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Semillas Fitó es una compañía especializada en la mejora y comercialización de semillas. La empresa ha ido pasando por diferentes etapas y generaciones de la familia Fitó a lo largo de sus 140 años de historia, lo que le ha permitido internacionalizarse sin perder la proximidad con el agricultor.

Si has visitado alguna vez las oficinas de Semillas Fitó en la calle Selva de Mar, sabrás que en la entrada hay expuesto un antiguo mueble de madera con múltiples cajones para archivar semillas. Pero, ¿conoces la historia de dónde estaba ubicado originalmente este mueble?

Para conocer la historia debemos trasladarnos al barrio del Born de Barcelona. A finales del siglo XIX entró en funcionamiento el mercado del Born, cuya actividad principal era la venta de pescado. A partir del 1921, el mercado cambió de función y se transformó en un mercado central de frutas y verduras al por mayor; o sea, en un lugar de encuentro importante de agricultores.

En octubre de 1944, Casimiro Fitó abrió una tienda en el número 8 del paseo del Born, una ubicación estratégica a menos de 300 m del mercado del Born. La tienda de Semillas Fitó daba servicio a los agricultores que iban al mercado a vender sus hortalizas y en ella se podían adquirir también otros productos agrícolas como abonos y fitosanitarios. Detrás del mostrador de la tienda es donde se encontraba ubicado el expositor de madera.

En el año 1971 se inauguró Mercabarna en la zona franca, y el mercado del Born trasladó toda su actividad a ese nuevo lugar, lo que acabaría provocando su posterior cierre. La tienda de Semillas Fitó siguió con su actividad hasta el 2003, cuando cerró después de casi 60 años abierta al público. Entonces es cuando el mueble se trasladó a las oficinas centrales.

El amueble archivador ha sido un testigo mudo de la transformación del negocio de Semillas Fitó a lo largo de los años, que ha pasado de ser una empresa familiar a convertirse en una de las principales empresas de mejora y producción de semillas a nivel mundial con presencia en más de 70 países y una diversificación del negocio en cuatro divisiones.

El edificio del mercado del Born, después de varios años cerrado y de múltiples reformas, se ha convertido en un espacio cultural municipal, mientras que el antiguo local de la tienda de Semillas Fitó continúa abierto, si bien en él actualmente se lleva a cabo otro tipo de actividad comercial. Aun así, la fachada continúa conservando los rasgos característicos de la tienda original, puesto que se encuentra dentro del plan de protección de patrimonio arquitectónico de  la ciudad de Barcelona.